El Dragón Lucas y el Oso Sofi

En un bosque encantado, donde los árboles susurraban secretos y las flores cantaban al viento, vivía un dragón llamado Lucas. Lucas era un dragón grande y verde, con escamas que brillaban como esmeraldas bajo el sol. Aunque Lucas era amable y tenía un corazón tan grande como su tamaño, todos en el bosque le temían. Los animales pensaban que, como era un dragón, debía ser peligroso.

Lucas vivía solo en una cueva al pie de una montaña. Cada vez que salía a volar, los pájaros se escondían en sus nidos y los conejos corrían a sus madrigueras. Lucas se sentía muy triste porque nadie quería ser su amigo.

Un día, mientras Lucas paseaba por el bosque, se encontró con un oso llamado Sofi. Sofi era un oso muy amigable y curioso. Había oído hablar del dragón, pero no creía que fuera malo. Decidió acercarse a Lucas y saludarlo.

—¡Hola! —dijo Sofi con una gran sonrisa—. Me llamo Sofi, ¿y tú?

Lucas se sorprendió al ver que alguien le hablaba sin miedo.

—Hola, yo soy Lucas —respondió tímidamente.

Sofi notó la tristeza en los ojos de Lucas y decidió hacerle compañía. Se sentó junto a él y comenzaron a hablar. Lucas le contó a Sofi cómo se sentía solo porque todos le temían.

—No te preocupes, Lucas —dijo Sofi—. Yo sé que no eres malo. A veces, las apariencias engañan. Estoy seguro de que los demás también lo entenderán si te conocen mejor.

Desde ese día, Sofi y Lucas se hicieron inseparables. Paseaban juntos por el bosque, jugaban a las escondidas y compartían deliciosos picnics. Sofi le presentó a Lucas a su amiga Carmen, una pequeña ardilla que era muy valiente y siempre estaba dispuesta a ayudar a los demás.

Carmen, al igual que Sofi, no tenía miedo de Lucas. Pronto, los tres se convirtieron en grandes amigos. Carmen tuvo una idea para mostrarle a los demás animales que Lucas no era peligroso.

—Podríamos organizar una fiesta en el bosque —sugirió Carmen—. Así, todos podrán conocer a Lucas y verán que es un dragón amable.

Sofi y Lucas estuvieron de acuerdo. Trabajaron juntos para preparar la fiesta. Decoraron el claro del bosque con guirnaldas de flores y prepararon deliciosos bocadillos. Cuando todo estuvo listo, Carmen corrió a invitar a todos los animales del bosque.

Al principio, los animales estaban nerviosos, pero la curiosidad pudo más que el miedo. Poco a poco, comenzaron a llegar al claro. Al ver a Lucas sonriendo y divirtiéndose con Sofi y Carmen, se dieron cuenta de que no había nada que temer.

Durante la fiesta, Lucas mostró su talento especial: sopló suavemente una nube de humo que formó figuras en el aire, como estrellas y corazones. Los animales quedaron maravillados y aplaudieron con entusiasmo.

Desde entonces, Lucas fue aceptado por todos en el bosque. Los animales comprendieron que no debían juzgar a alguien solo por su apariencia. Lucas, Sofi y Carmen siguieron siendo grandes amigos, y el bosque se llenó de risas y alegría.

Así, el dragón que todos temían se convirtió en el amigo que todos querían.