El Lobo, el Hombre, la Mujer y el Amor

Había una vez, en un bosque encantado, un lobo llamado Lupo. Lupo no era un lobo común; tenía un pelaje tan blanco como la nieve y unos ojos que brillaban como estrellas en la noche. Lupo vivía solo en una cueva acogedora, pero a menudo se preguntaba qué era eso que los humanos llamaban 'amor'.

Un día, mientras paseaba por el bosque, Lupo escuchó una melodía suave y dulce. Siguiendo el sonido, llegó a un claro donde vio a un hombre y una mujer sentados juntos, tocando una guitarra y cantando. El hombre se llamaba Tomás y la mujer, Clara. Lupo se escondió detrás de un árbol y escuchó atentamente.

Tomás y Clara hablaban sobre el amor. "El amor es como una canción que nunca termina", decía Clara con una sonrisa. "Es cuidar y compartir, es estar juntos incluso cuando no estamos de acuerdo", añadió Tomás. Lupo se quedó fascinado. Quería entender más sobre ese sentimiento tan especial.

Al día siguiente, Lupo decidió acercarse a Tomás y Clara. Con mucho cuidado, se presentó ante ellos. Al principio, Tomás y Clara se asustaron, pero al ver los ojos amables de Lupo, supieron que no les haría daño. "Hola, soy Lupo", dijo el lobo con una voz suave. "He escuchado sobre el amor y quiero aprender más".

Tomás y Clara sonrieron. "El amor es algo que se siente en el corazón", explicó Clara. "Es cuando te importa alguien más que a ti mismo", añadió Tomás. Lupo escuchó con atención y decidió que quería experimentar el amor por sí mismo.

Durante las siguientes semanas, Lupo pasó mucho tiempo con Tomás y Clara. Aprendió a cuidar de ellos, a compartir sus aventuras y a disfrutar de su compañía. Un día, mientras paseaban juntos por el bosque, Lupo vio a un pequeño pajarito que había caído de su nido. Sin pensarlo dos veces, Lupo lo recogió con cuidado y lo devolvió a su hogar.

Tomás y Clara aplaudieron la acción de Lupo. "Eso es amor, Lupo", dijo Clara. "Cuidar de los demás y ayudarlos cuando lo necesitan". Lupo sintió una calidez en su corazón que nunca había sentido antes. Comprendió que el amor no era solo un sentimiento, sino también acciones que mostraban cuidado y bondad.

Con el tiempo, Lupo se convirtió en un amigo querido por todos en el bosque. Los animales y los humanos lo buscaban para compartir historias y aventuras. Lupo había encontrado el amor en la amistad y en el cuidado de los demás.

Y así, el lobo que una vez se preguntó qué era el amor, descubrió que el amor estaba en cada acto de bondad y en cada sonrisa compartida. Lupo nunca volvió a sentirse solo, porque había aprendido que el amor siempre está presente cuando se abre el corazón.

Desde entonces, Lupo, Tomás y Clara vivieron felices, compartiendo el amor que habían encontrado juntos en el bosque encantado.