Andrés y su Dragón Mascota

por Andres Schwalie
2 abr 2025
Andrés y su Dragón Mascota

Había una vez, en un pequeño pueblo rodeado de verdes colinas, un niño llamado Andrés. Andrés era un niño curioso y valiente, siempre en busca de aventuras. Un día, mientras exploraba el bosque cercano a su casa, encontró algo extraordinario: un huevo gigante y brillante.

Andrés, emocionado, llevó el huevo a casa y lo cuidó con mucho cariño. Lo mantuvo calentito y le hablaba todos los días. Hasta que, una mañana, el huevo comenzó a moverse y, ¡crack! De él salió un pequeño dragón de escamas doradas. Andrés no podía creerlo, ¡tenía un dragón mascota!

Decidió llamarlo Chispa, porque sus ojos brillaban como estrellas. Chispa y Andrés se hicieron inseparables. Jugaban en el jardín, volaban por el cielo y compartían deliciosos bocadillos. Pero tener un dragón mascota no era fácil. Chispa, aunque pequeño, tenía un gran apetito y a veces, sin querer, lanzaba pequeñas llamaradas que asustaban a los vecinos.

Un día, mientras jugaban en el bosque, Andrés y Chispa escucharon un ruido extraño. Se acercaron con cuidado y encontraron a un grupo de animales atrapados en una red. Eran conejos, ardillas y un ciervo que parecían muy asustados. Andrés sabía que debía ayudarlos, pero la red era muy resistente.

"Chispa, creo que tú puedes ayudarlos", dijo Andrés. Chispa, entendiendo lo que su amigo quería, lanzó una pequeña llama que rompió la red sin lastimar a los animales. Los animales, agradecidos, saltaron libres y felices.

Desde ese día, Andrés y Chispa se convirtieron en los héroes del bosque. Los animales siempre los saludaban y les ofrecían frutas y nueces como agradecimiento. Andrés aprendió que tener un dragón mascota era una gran responsabilidad, pero también una gran alegría.

Con el tiempo, Chispa creció y se hizo más fuerte. Andrés y él vivieron muchas aventuras juntos, siempre cuidando del bosque y de sus habitantes. Y así, en el pequeño pueblo rodeado de verdes colinas, Andrés y su dragón mascota se convirtieron en una leyenda que todos los niños querían escuchar antes de dormir.

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